Este 3 de octubre tuvo lugar la primera edición del “Viernes Muy Mexicano”, una iniciativa orientada a estimular el consumo local. Según datos oficiales, más de 23,000 negocios en los 32 estados del país participaron ofreciendo promociones especiales, destacando productos hechos en México, desde zapatos escolares poblanos hasta maíces nativos.
La campaña fue coordinada por la Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio, Servicios y Turismo (Concanaco Servytur) como parte del Plan México para alentar la compra en negocios mexicanos. En su versión inicial se registraron 23,335 establecimientos inscritos en todo el país.
Los estados con mayor participación fueron Tamaulipas, Veracruz, Guanajuato, Puebla y la Ciudad de México. En el ámbito municipal, ciudades como León, Puebla, Ciudad Victoria, Campeche y Puerto Vallarta figuran entre las más activas.
Dentro de los productos destacados figuran los zapatos escolares producidos en Puebla, que captaron la atención local por su manufactura regional. Asimismo, los maíces nativos ganan protagonismo como cultivos tradicionales que promueven identidad agrícola y gastronómica. En Puebla, se cultivan 21 de las 64 razas de maíz registradas a nivel nacional, lo que añade peso simbólico al énfasis en lo local.
Los zapatos escolares poblanos, elaborados a partir de piel y con manufactura regional, son parte de un programa de compras estatales que busca adquirir estos productos para distribuirlos entre estudiantes. El gobierno del estado ha contemplado adquirir calzado fabricado en municipios como Tehuacán y Tepeyahualco.
Por su lado, los maíces nativos no sólo se ofrecen como producto agrícola, sino como emblema cultural y de biodiversidad. Algunos programas estatales reivindican la semilla criolla como patrimonio vivo, y organizaciones del agro impulsan cadenas cortas de comercialización que conectan a pequeños agricultores con consumidores conscientes.
Para los negocios locales, el “Viernes Muy Mexicano” representa una oportunidad para visibilizar sus productos, atraer nuevos clientes y consolidar una imagen de origen nacional. Las promociones, engomados oficiales y visibilidad mediática permiten que comercios pequeños se coloquen en el radar de compradores que valoran lo hecho en México.
Sin embargo, los retos persisten. Muchos productores enfrentan dificultades logísticas para llegar a mercados más amplios, costos de producción elevados, competencia con productos importados más baratos y barreras de difusión. Además, transformar interés simbólico en ventas sostenibles requiere fortalecer cadenas productivas y consolidar canales de distribución eficientes.
Para el consumidor, participar en esta dinámica implica estar atento a los sellos de origen, verificar procedencia de los productos, valorar precios versus calidad y apoyar negocios que generen empleo local. Iniciativas como esta pueden generar una cultura de consumo más consciente si logran continuidad y respaldo institucional.
La edición inicial de “Viernes Muy Mexicano” deja en evidencia que el orgullo nacional puede ser un motor de demanda. Si se consolida como una práctica recurrente, productos locales como zapatos escolares propios de Puebla o maíces nativos podrían consolidarse no sólo como símbolos culturales, sino como ítems comerciales robustos.