Trump impone aranceles del 10% a la madera y 25% a muebles importados

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció un nuevo paquete de aranceles que golpea directamente a las importaciones de madera y muebles. A partir del 14 de octubre, el gobierno aplicará un impuesto del 10% a la madera importada y del 25% a gabinetes de cocina, tocadores de baño y muebles tapizados.

La medida llega en un contexto de tensiones comerciales con los principales socios de Washington y busca, según el mandatario, “proteger la seguridad nacional”. Trump justificó la decisión bajo la Sección 232 de la Ley de Comercio de 1974, alegando que las importaciones erosionan la industria maderera estadounidense y afectan su capacidad de sostener infraestructuras críticas y proyectos relacionados incluso con la defensa militar.

Pero esto no se queda ahí. Desde el 1 de enero de 2026, los aranceles subirán aún más: hasta 30% para productos de madera tapizados y 50% para gabinetes y tocadores, en caso de que los países exportadores no lleguen a un acuerdo con Washington.

Golpe a Canadá, México y Vietnam

Los efectos ya se sienten en países como Canadá, México y Vietnam, grandes proveedores del mercado estadounidense. Canadá, principal exportador de madera blanda, enfrenta ahora un escenario crítico: ya pagaba cerca de un 35% en aranceles combinados y ahora deberá enfrentar un nivel aún más alto de restricciones. El gobierno canadiense incluso anunció un plan de apoyo de 1,200 millones de dólares canadienses para proteger a sus productores.

México y Vietnam, que en los últimos años aumentaron su participación en el envío de muebles de madera a Estados Unidos tras los castigos comerciales contra China, también se verán afectados. De hecho, expertos del sector advierten que los consumidores estadounidenses podrían enfrentar incrementos en los precios de viviendas, remodelaciones y mobiliario en los próximos meses.

Tensiones internas en Estados Unidos

La medida no pasó desapercibida dentro del propio país. La Cámara de Comercio de Estados Unidos criticó duramente la decisión, asegurando que estos aranceles no representan un beneficio real para la seguridad nacional y, en cambio, encarecerán la construcción de viviendas, afectarán empleos y reducirán ingresos en comunidades madereras locales.

Pese a la oposición, la administración Trump insiste en que se trata de una acción necesaria para recuperar la autosuficiencia productiva y proteger cadenas de suministro clave. El mandatario además dejó claro que países con acuerdos bilaterales, como la Unión Europea, Japón y Reino Unido, tendrán un “trato especial”, con aranceles limitados a entre 10% y 15%.

Un frente más en la guerra comercial de Trump

Esta decisión forma parte de un paquete más amplio. El propio Trump adelantó que también impondrá nuevas tarifas en farmacéuticos patentados y camiones pesados, a lo largo de octubre. Analistas señalan que el republicano sigue usando los aranceles como una de sus armas políticas y económicas favoritas, tanto hacia afuera como hacia dentro de Estados Unidos.

El movimiento añade tensión a los mercados y deja abierta la puerta a nuevas disputas con México y Canadá, a pesar de los compromisos establecidos en el T-MEC. Por ahora, lo que queda claro es que los próximos meses serán clave para el comercio regional y para los bolsillos de los consumidores estadounidenses.

Entradas relacionadas

Deja tu comentario